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quarta-feira, 2 de março de 2011

Experiencia Shakira En Salta


VOS estuvo en Salta para contarte y mostrarte cómo fue el primer concierto de la estrella en la gira Pop Festival Tour. Este jueves, en Córdoba. Galería de fotos.

Se tomó un par de días para preparar el despegue. El domingo se instaló en el Sheraton de Salta, no puso mayores condiciones que una privacidad protegida y nadie vio entrar ni salir a Piqué ni a Antonito, a pesar de que circularon rumores de que al ex se lo habría visto merodear a la comitiva. En cambio eligió encender las luces del auto de vidrios polarizados que la transportaba a las pruebas de sonido en el Estadio Padre Martearena para que sus fans pudieran ver un poco más claro, más de cerca, que la alegría del encuentro era simétrica.
Shakira tiene el secreto de una fiesta que comienza y termina cuando ella lo decida. El martes a la noche, El debut del Pop Festival 2011 en Salta, fue una manifestación de ese encanto. Que haya sido en la más pequeña de las plazas argentinas donde ancló el tour es parte del gesto que lo anima. Se trata de un ejercicio de proximidades, entre los artistas de la grilla, entre las ciudades que los reciben, entre el público y los ídolos. En cada ciudad será un solista o banda local quien abrirá el escenario. El martes, Los Huayra fueron los encargados de poner en movimiento la tarde, con un set de media hora de folklore pop, afinado en la frecuencia festivalera que dominaba campo y tribunas. Un anticipo acertado de la felicidad que llegaría después.
Calle 13 estaba programado para las 19.50 y tendría 40 minutos propios. Esa fue también la demora del tramo de los boricuas y René Pérez no dejó pasar, casi al final de la presentación, el detalle no menor de que un festival debería ser equitativo con sus artistas. “parece que no”, dijo, sin perder la sonrisa. Un video introdujo al trío de y los primeros acordes de Baile de los pobres puso a bailar a más de 25 mil personas en una noche hermosa. "No se necesita plata pa'moverse. Necesitas onda y música cachonda", rapea PG13, con los hombros descubiertos de ropa roja y la espalda de Residente le pone los subtítulos. “Vamos a meterle alegría”, arenga, y sigue con No hay nadie como tú, Vamo’ a portarnos mal y Atrévete. Se despiden con Latinoamérica, el himno que Pérez le escribió a la geografía que, dice, encontró cuando salió de la isla de Puerto Rico, de la sombra que Estados Unidos le sigue haciendo a su tierra chica. Apenas seis canciones y queda gusto a muy poco. La gente silba, pide todo lo demás, pero una tropa de plomos empieza a cambiar la escena para lo que se supone que todos fueron a ver.
El trámite ocupa casi una hora en silencio, hombres trabajando, con escobillones, van y vienen. Hacer la ola y aplaudirla. Hasta que aparece ella, envuelta en fucsia con un velo de virgen pagana, entre la gente, saluda, se deja tocar y sonríe mientras canta a capella Pienso en ti. Una ovación de gritos, aplausos y brazos al aire le contesta a la intimidad que propone. Nada de decibeles extremos ni los relámpagos. Shakira ocupa todo con un gesto sobre fondo negro, un pañuelo de seda verde al aire para enmarcar la silueta de cuero y lentejuelas que aparece debajo del velo.
Lo que sigue va a transcurrir con la misma magia simple. Canciones y todos sus bailes. El tour va anclado en el contacto con la gente, y Shakira invita a cuatro chicas para enseñarles el abecé de las caderas más famosas del mundo. Te dejo Madrid, rockeado y enérgico. Ella ocupa el escenario sin moverse del espacio que ocupan sus pies y el metro y medio que la sostiene. La acompaña una banda concentrada en lograr lo mejor que se puede hacer con esos hits.
Si te vas, despechada, juega a los roles que se inventa. Suerte, enganchada con Unbelievable y después Inevitable. Éxitos para reciclar en varias vidas. Y se da el gusto de agregar el de otros, Nothing else matters, con rosas amarillas para los que están más cerca de la pasarela de 30 metros que recorre como una novia, con arreglos andinos y pollera colorada. Debajo de tu ropa, Underneath your clothes, la canción del video donde abraza a Antonito, suena idéntica al disco, Shakira la canta con los ojos igual de brillantes pero cuesta escuchar la misma canción. Gajes del oficio de cantautora. Algunos cambios breves de vestuario, necesarios. Después de todo se trata de la estrella más brillante del pop latino y miles de nenas y adolescentes llevan su nombre en vinchas con purpurina, bailan con ella y llegaron al estadio con varias horas de espera al sol de la siesta salteña.
El espectáculo a la medida de ese fulgor llega con Sale el sol, la canción que nombra a la noticia que la trae, con proyección de efecto tridimensional y la primera dosis monumental de efectos visuales. El show pequeño de la primera mitad de la noche se despliega. Las de la intuición, todos a bailar, a jugar pop con ella y las dos panteras negras que bailan un paso por detrás, Loca, Loba, gateando las tres, para que delire la manada.
Shakira hace valer su fama con cinco minutos de danza del vientre, los que cierran con Ojos así. Una piel de tigre en la cadera, el torso casi desnudo y la presentación impecable del tiempo que lleva mover el cuerpo como una tela. Tres canciones la despiden, Antes de las seis, del nuevo disco, Hip’s don’t lie con intro de piano y voz, explosión de tambores y caderas. Waka waka, con elenco de niñas, adultas y señoritas para repartir baile en la pista. La experiencia Shakira dura una hora y media y es imparable, busca conmover, mover con ella, convertir al cuerpo en pista de baile y salir a bailarlo así.
El martes, en Salta, Shakira interpretó los siguientes temas: Pienso en ti, Años luz, Te dejo Madrid, Si te vas, Suerte, Inevitable, Nothing else matters, Gitana, La tortura, Ciega sordomuda, Underneath your clothes, Gordita, Sale el sol, Las de la intuición, Loca, Loba, Ojos así. Bis: Antes de las seis, Hips don’t lie, Waka waka.
Parada local de una gira a gran escala
Más de 600 personas trabajando entre producción propia y locales, 50 camiones con equipos de escenografía, luces, pantallas, sonido, 350 efectivos de seguridad, dos charters terrestres para productores y ejecutivos, tres aviones privados para artistas y asistentes. Todo está en marcha para el gran día.
El escenario que recibirá este jueves a Shakira y el Pop Festival tiene 35 metros de boca, otros tantos de lengua dentro del campo para desplazamiento de los artistas, seis pantallas gigantes de leds y, dice José Palazzo, responsable de la escala local del evento, es el espectáculo más ambicioso en términos de producción que se haya realizado en la provincia. Hasta ayer había 20 mil entradas vendidas y todo indica que el paso de Shakira por Córdoba será una apertura monumental de la temporada de espectáculos en la ciudad.
Pop Festival
El espectáculo que tendrá como máximo atractivo a Shakira se realizará este jueves en el Estadio Mario Kempes. La productora Nueva Tribu estableció los siguientes horarios: La Barra subirá al escenario a las 18.20. Calle 13 lo hará a las 19.20, Ziggy Marley a las 20.20 y, finalmente, el recital de Shakira dará inicio a las 21.30.

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