Así como una gitana que ha recorrido todos los rincones del mundo, Shakira se paseó por numerosos géneros musicales que dan cuenta de la evolución de aquella artista tímida de pies descalzos a esta intérprete de talla internacional que ha dado mucho de que hablar.
Después de una larga espera, apareció entre las sombras del público vistiendo una túnica fucsia de la cual se despojó al finalizar su tema Pensando en ti, de su álbum pies descalzos.
Los temas Años Luz y Te Dejo Madrid encendieron el ánimo en el público y lo remontaron a los inicios de la vida artística de la colombiana.
Acompañada de un excelente juego de luces del escenario y sobre una tarima de 25 metros de largo, Shakira hizo alarde de toda su energía y encanto con el que rápidamente atrapó la mirada de los asistentes.
Suerte fue la pieza escogida para demostrar uno de sus talentos más reconocidos en toda la esfera mundial: el movimiento de caderas. Con unos pantalones negros muy ajustados y un top dorado comenzó a balancearlas de un lado a otro, mientras 5 afortunadas del público tuvieron la oportunidad de acompañarla en semejante demostración de sensualidad.
El click con los asistentes ya era un hecho, así que en la sexta canción podría decirse que nadie se quedó callado ante las notas de Inevitable. Los más chicos y los no tanto, corearon a gritos aquella melodía del álbum ¿donde están los ladrones? que la catapultó al éxito a finales de la década de los 90.
Como prueba indiscutible de que puede coordinar cualquier movimiento de su cuerpo y ajustarlo a la melodía de turno, la barranquillera se dejó llevar por el sonido de las guitarras y el ritmo flamenco para protagonizar una escena de baile junto a sus músicos que la dejó tumbada en el suelo, literalmente.
Acto seguido, Shakira interpretó Gitana, La Tortura y Ciega, Sorda, Muda… Después de esta fusión entre pasado y presente, de profundidad de letras y de movimientos sugerentes, la dueña de las miradas del público dijo “Hay noches más largas que otras, pero siempre Sale el Sol”, frente a globos amarillos, azules y rojos que llevaba el público, interpretó esta pieza que titula su última producción discográfica.
Ya con un nuevo cambio de ropa, las luces apagadas se comenzaron a escuchar los primeros aullidos de la noche. Esta vez no salieron desde el interior de una jaula de metal, sino hacia una multitud que los esperaba ansiosa. La Loba y Loca fueron el abreboca para lo que estaba por venir.
La carga genética no pudo ser más evidente. Esta cantante de 34 años mitad colombiana, mitad árabe, dejó boquiabiertos a todos los asistentes con una impresionante danza del vientre, mientras comenzaban a sonar los acordes de Ojos Así. Una presentación mucho más perfeccionada y enriquecida con nuevos movimientos que aquella de años atrás.
Con un “adiós, muchas gracias” hizo creer a los fans que su partida era inminente. Segundos más tarde devolvió la alegría a los presentes y apareció nuevamente en escena con un pomposo vestido azul para cantar Antes de las seis. Antes de finalizar puso a bailar a todos con Hips don´t lie y el más esperado de la noche el Waka-Waka.
Para todos los gustos
La banda estadounidense Train fue la antesala a Shakira. Con la canción “You alredy know” se presentaron ante los caraqueños después de un forzado pero amistoso “buenas noches, Caracas”.
Patrick Monahan, vocalista del grupo, transmitió un carisma memorable con la que intentó ganarse el aplauso de los asistentes.
Después de interpretar varias melodías, invitó a 6 jovencitas a la tarima para que lo acompañaran en el coro de la canción She is son fire. A las que invitó a moverse de la forma más “espectacular” que conocieran, para finalmente calificarlas como “Amazing” or “Not amazing”.
Calling all Angels logró despegar del suelo a los fans y les anunció que el fin estaba por llegar.
Para culminar el espectáculo, la banda interpretó la tan esperada “Hey, Soul Sister” que los dio a conocer en el país.
Con sabor venezolano
La responsabilidad de darle el toque nacional a la velada estuvo a cargo de Hany Kauam y de Víctor Drija.
El primero de ellos llegó al corazón de la audiencia con el conocido tema La Mujer Perfecta, melodía con el que arrancó una noche cargada de emociones. Las canciones Corazón y Lágrimas fueron coreadas por los asistentes que poco a poco se acomodaban en sus lugares para disfrutar del espectáculo.
Con un grupo de bailarines a su alrededor Hany Kauam divirtió al público con la letra de Rumifia –Rutrofia, canción que juega con melodías urbanas que se distancian un poco de lo que nos tenía acostumbrados el artista pop. Con la pieza Si te da la gana le dio el testigo a Víctor Drija.
El más joven de los artistas dejó deslumbradas a algunas chicas que no paraban de corear su nombre. Drija, entretuvo al público con su combinación de pasos y técnicas de baile que mantenían la alegría en el ambiente. Todo el mundo brincando, Baila Conmigo, un dos tres y somos tu yo formaron parte de su repertorio.
Después de una larga espera, apareció entre las sombras del público vistiendo una túnica fucsia de la cual se despojó al finalizar su tema Pensando en ti, de su álbum pies descalzos.
Los temas Años Luz y Te Dejo Madrid encendieron el ánimo en el público y lo remontaron a los inicios de la vida artística de la colombiana.
Acompañada de un excelente juego de luces del escenario y sobre una tarima de 25 metros de largo, Shakira hizo alarde de toda su energía y encanto con el que rápidamente atrapó la mirada de los asistentes.
Suerte fue la pieza escogida para demostrar uno de sus talentos más reconocidos en toda la esfera mundial: el movimiento de caderas. Con unos pantalones negros muy ajustados y un top dorado comenzó a balancearlas de un lado a otro, mientras 5 afortunadas del público tuvieron la oportunidad de acompañarla en semejante demostración de sensualidad.
El click con los asistentes ya era un hecho, así que en la sexta canción podría decirse que nadie se quedó callado ante las notas de Inevitable. Los más chicos y los no tanto, corearon a gritos aquella melodía del álbum ¿donde están los ladrones? que la catapultó al éxito a finales de la década de los 90.
Como prueba indiscutible de que puede coordinar cualquier movimiento de su cuerpo y ajustarlo a la melodía de turno, la barranquillera se dejó llevar por el sonido de las guitarras y el ritmo flamenco para protagonizar una escena de baile junto a sus músicos que la dejó tumbada en el suelo, literalmente.
Acto seguido, Shakira interpretó Gitana, La Tortura y Ciega, Sorda, Muda… Después de esta fusión entre pasado y presente, de profundidad de letras y de movimientos sugerentes, la dueña de las miradas del público dijo “Hay noches más largas que otras, pero siempre Sale el Sol”, frente a globos amarillos, azules y rojos que llevaba el público, interpretó esta pieza que titula su última producción discográfica.
Ya con un nuevo cambio de ropa, las luces apagadas se comenzaron a escuchar los primeros aullidos de la noche. Esta vez no salieron desde el interior de una jaula de metal, sino hacia una multitud que los esperaba ansiosa. La Loba y Loca fueron el abreboca para lo que estaba por venir.
La carga genética no pudo ser más evidente. Esta cantante de 34 años mitad colombiana, mitad árabe, dejó boquiabiertos a todos los asistentes con una impresionante danza del vientre, mientras comenzaban a sonar los acordes de Ojos Así. Una presentación mucho más perfeccionada y enriquecida con nuevos movimientos que aquella de años atrás.
Con un “adiós, muchas gracias” hizo creer a los fans que su partida era inminente. Segundos más tarde devolvió la alegría a los presentes y apareció nuevamente en escena con un pomposo vestido azul para cantar Antes de las seis. Antes de finalizar puso a bailar a todos con Hips don´t lie y el más esperado de la noche el Waka-Waka.
Para todos los gustos
La banda estadounidense Train fue la antesala a Shakira. Con la canción “You alredy know” se presentaron ante los caraqueños después de un forzado pero amistoso “buenas noches, Caracas”.
Patrick Monahan, vocalista del grupo, transmitió un carisma memorable con la que intentó ganarse el aplauso de los asistentes.
Después de interpretar varias melodías, invitó a 6 jovencitas a la tarima para que lo acompañaran en el coro de la canción She is son fire. A las que invitó a moverse de la forma más “espectacular” que conocieran, para finalmente calificarlas como “Amazing” or “Not amazing”.
Calling all Angels logró despegar del suelo a los fans y les anunció que el fin estaba por llegar.
Para culminar el espectáculo, la banda interpretó la tan esperada “Hey, Soul Sister” que los dio a conocer en el país.
Con sabor venezolano
La responsabilidad de darle el toque nacional a la velada estuvo a cargo de Hany Kauam y de Víctor Drija.
El primero de ellos llegó al corazón de la audiencia con el conocido tema La Mujer Perfecta, melodía con el que arrancó una noche cargada de emociones. Las canciones Corazón y Lágrimas fueron coreadas por los asistentes que poco a poco se acomodaban en sus lugares para disfrutar del espectáculo.
Con un grupo de bailarines a su alrededor Hany Kauam divirtió al público con la letra de Rumifia –Rutrofia, canción que juega con melodías urbanas que se distancian un poco de lo que nos tenía acostumbrados el artista pop. Con la pieza Si te da la gana le dio el testigo a Víctor Drija.
El más joven de los artistas dejó deslumbradas a algunas chicas que no paraban de corear su nombre. Drija, entretuvo al público con su combinación de pasos y técnicas de baile que mantenían la alegría en el ambiente. Todo el mundo brincando, Baila Conmigo, un dos tres y somos tu yo formaron parte de su repertorio.
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