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terça-feira, 29 de março de 2011

Shakira hizo aullar a Caracas pese a fallas de organización

La diva colombiana fue puro derroche de baile y sensualidad. Cambió ocho veces su vestuario pero quedó en deuda con Venezuela con dos canciones de su repertorio. Evenpro no previó aspectos tan importantes como garantizar la visibilidad a los asistentes y facilitar la salida

El tour Sale El Sol estuvo a punto de hacer honor a su nombre. Tras una larga espera de más de 90 minutos, Shakira apareció como una Caperucita rosa saludando al público por el costado izquierdo de la tarima mientras cantaba Pienso en ti, tema de su primer disco Pies Descalzos.

La euforia invadía el campo de fútbol de la Universidad Simón Bolívar (USB) pero también la inconformidad con Evenpro, que no previó aspectos tan importantes como garantizar la visibilidad a los asistentes y facilitar la salida. El caos vehicular que duró más de dos horas llevó a pensar a muchos que realmente verían salir el sol.

Una Shakira incansable se adueñó del escenario mientras se despojaba de su traje rosado para cantar Años luz y Te dejo Madrid. "Estoy muy feliz de estar aquí ¡Por fin en Venezuela! Muchísimas gracias por venir. Mi único deseo esta noche es que la pasen bien. Yo estoy aquí para complacerlos, así que ya sabes Caracas, esta noche soy toda tuya".

El repertorio continúo con Si te vas y Suerte, tema que alargó con una improvisada clase de baile a cinco jovencitas que montó en tarima. Con guitarra en mano, presentó una de sus canciones favoritas, aquella que escribió una noche en una playa de su natal Colombia bajo un cielo forrado de estrellas: Inevitable.

Sorprendió a más de uno ver a Shakira versionar con cadencias andino-caribeñas el clásico Nothing else matters, de Metallica, que enlazó con Despedida, soundtrack de la película El Amor en Tiempos de Cólera. Convertida en gitana, demostró que también baila flamenco. Apegada a un rígido libreto, continuó con La tortura, Ciega sordomuda, Sale el sol y Las de la intuición hasta volverse Loca. No muy sigilosa salió la diosa licántropa que hizo aullar a Caracas. Luego de su versión tecno de Loba, afloraron sus raíces árabes con Ojos así, con la que simuló una despedida.

Eran ya casi a las 12.00 cuando regreso a cantar Antes de las seis. Llegó la hora de mover las caderas al ritmo de Hips don&39;t lie y también del octavo y último cambio de vestuario. El Waka waka anunciaba el final del show que fue mucho más latino que las dos giras anteriores. Shakira quedó en deuda con Venezuela con Gordita y Underneath your clothes, temas de su repertorio de 21 canciones que ha cantado en otras países.

Caracas, al igual que Lima, tuvo que conformarse con hora y media de concierto, a pesar de que las entradas tenían precios exorbitantes. En Bolivia, la ubicación más económica costaba el equivalente a 14 dólares, mientras que Evenpro vendió a 570 bolívares fuertes las generales y quienes estaban en esta localidad, como dice la canción, no vieron "ni un kiki".

Pop festival flojo

Ni la mitad del público había ingresado al campo de fútbol de la USB cuando Hany Kauam abrió el Pop Festival. De su presentación solo se puede decir que pocos la presenciaron. Llegó el turno de Víctor Drija, y el rechazo de los presentes le aclaraba a los organizadores que el público de Shakira no era compatible con el del protagonista de la serie infantil Somos Tú y Yo. La banda californiana Train logró que algunos corearan sus éxitos Drops of Jupiter y Hey, Soul sister, aunque los performances de los teloneros fueron muy largos, compitiendo incluso con el tiempo de Shakira en escena, que tenía impacientes a sus fans con la demora.

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