La expectación creada por su relación animó a la firma Mango a contratar a Piqué como llamativo modelo masculino. La cadena de tiendas de moda acababa de terminar el contrato con una estrella galáctica que había sido su imagen durante cuatro temporadas, aunque del género femenino: Scarlett Johansson. Sin embargo, el fichaje de Piqué ha tenido más repercusión que el de la estrella de Hollywood. Édgar García, el columnista colombiano conocido como Flash, que acompañó a Shakira en sus primeros pasos, confiesa a Tiempo: “¿Que qué es lo único que le falta a Shakira? Hombre, una película en Hollywood, un hijo y un gran escándalo”. ¿Y los tiene? “Hay algunos que la rondan” –cuenta Flash– pero, prudentemente, añade: “Hasta ahí no más”.
Con el tetraclásico Madrid-Barça como escenario, adobado en sus días intermedios por los besos en la grada entre el jugador y la cantante en el Barça-Osasuna, los nervios demostrados por Shakira durante los partidos y los detalles de su tren de vida, se han convertido en una de las parejas más poderosas e influyentes entre los famosos.
Hace unos años la revista estadounidense Forbes publicó su lista de las parejas de famosos más ricas, entre las que se encontraba el matrimonio formado por Angelina Jolie y Brad Pitt, que pasó a conocerse en los medios como Brangelina. Para elaborarla utilizó una manera de identificar un emporio no solo en cuanto a fortuna, sino en cuanto a fama. Algo parecido ha ocurrido ahora con el tándem Shakipiqué.
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