Todo arranca, según estas mismas fuentes, de la calenturienta mente de algún periodista forofo, tan en boga últimamente. Habría sido él quien, en conversación con un directivo merengue, habría puesto sobre el tapete la inconveniencia de seguir 'pinchando' en el Bernabéu una canción de la nueva pareja sentimental de un jugador del Barça, Gerard Piqué. Y lo que para el dirigente en cuestión fue una simple 'ida de olla' fue creciendo como una bola de nieve hasta convertirse en noticia, publicada por diversos medios madrileños.
Los propios jugadores blancos son, desde que se instaló la megafonía en el Bernabéu y suenan canciones en los instantes previos a los partidos, los que deciden qué música se oye a través de los altavoces del estadio blanco. Y el 'Waka waka' de Shakira, convertido en himno de un Mundial tan recordado por todos como el de Sudáfrica que coronó a España, figura siempre entre sus piezas elegidas. Es más: el tema no sólo resuena por las paredes del Bernabéu sino en el interior del vestuario de Casillas, Ramos, CR7 y compañía en la ciudad deportiva de Valdebebas, donde realizan las sesiones de entrenamiento durante la semana.
El club, por su parte, no tiene la menor intención de modificar el programa de audiciones propuesto por la plantilla. Y así, para el encuentro de mañana está previsto que la canción de Shakira suene con su habitual fuerza en los prolegómenos del choque ante el Sporting de Gijón de Manolo Preciado.
La estrecha relación que mantienen los internacionales españoles del Real Madrid con Gerard Piqué, compañero suyo en la selección, hace que la información no haya sentado demasiado bien en el seno de la caseta blanca. Sus integrantes siguen queriendo oir el 'Waka waka' antes de los partidos. Empezando por mañana. Hasta ahora no han dejado de escucharla nunca
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